Pequeño manual del Galgo

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Todo lo que debes saber sobre
adoptar un Galgo

Las protectoras de España trabajan muy duro cada día para salvar al mayor número posible de perros. A diario se enfrentan a perros maltratados física y emocionalmente e, incluso, lamentablemente con la muerte de algunos de ellos. Por eso, creemos que es nuestra obligación concienciarte de su sacrificio y de tus responsabilidades a la hora de adoptar un galgo.

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Antes de que tu perro llegue a casa

Asegúrate de que tu valla tiene una altura mínima de 1,8 metros. Comprueba si la valla y la puerta tienen agujeros, faltan tablas o hay huecos y, en dicho caso, haz que los arreglen. Además, retira de su proximidad cualquier cosa que tu galgo pueda utilizar como apoyo para trepar por la valla. Por ejemplo: sillas, bancos, mesas, montones de nieve, pilas de leña, etc. 

Coloca un cartel en la puerta de tu jardín que informe a la gente de que debe estar cerrada en todo momento.

¡Las vallas eléctricas son un NO absoluto para los galgos, así que ni se te ocurra instalar una! Los galgos sólo prosperan con métodos de adiestramiento positivos. Lo mismo ocurre con cualquier otra raza canina.

Asegúrate de que tu veterinario está familiarizado con las precauciones médicas específicas asociadas a los lebreles, incluidos los galgos. Metabolizan algunos fármacos de forma diferente, especialmente los anestésicos. Si aún no tienes veterinario, busca uno especializado o familiarizado con los lebreles.

Crea un espacio seguro en una zona tranquila y poco transitada de tu casa. El programa A Sound Beginning está diseñado específicamente para perros rescatados y sus nuevos padres. Tiene un enfoque maravilloso sobre cómo empezar bien. Ofrecen clases y cursos (in situ y por internet), un libro, música para calmar al perro y varios accesorios útiles.

Los galgos son grandes carroñeros, por lo que son muy recomendables los cubos de basura seguros para perros.

Asegúrate de que tus plantas de interior y exterior son seguras para los perros. Si no es así, trasládalas a una zona a la que tu perro no pueda acceder. La ASPCA ofrece una extensa lista de plantas, alimentos y productos domésticos tóxicos para los perros y otros animales de compañía (https://www.aspca.org/pet-care/animal-poison-control).

No planifiques fiestas ni eventos durante los primeros días, quizá semanas, de adaptación. Tu nuevo miembro de la familia necesita tiempo para aclimatarse y, en muchos casos, para confiar en los humanos. La mejor forma de aprovechar este periodo de adaptación es pasar mucho tiempo juntos para estrechar lazos.

Muchos galgos son amistosos con los gatos de la casa y no les hacen daño. En el exterior, su instinto de presa puede tomar el control. Si ya tienes un compañero felino, asegúrate siempre de que hagan una prueba previa de compatibilidad entre tu futuro perro y un gato antes de que llegue a su nuevo hogar. Pero, aun así, no los dejes en el exterior con un gato u otro animal pequeño sin supervisión.

Enseña a los niños a interactuar con tu perro antes de su llegada. 

Comprueba si tu asociación de adopción proporciona un arnés de seguridad y una correa. Si no es así, asegúrate de tener todo comprado y listo para el día de la llegada de tu perro.

Si adoptas durante las estaciones más frías, asegúrate de comprar un abrigo para tu galgo. Su pelaje es muy fino y se enfrían con facilidad. Como regla general, si tú necesitas un abrigo, ellos también.

Tu perro ha llegado

Si recoges a tu perro en el aeropuerto o punto de encuentro, toma todas las precauciones necesarias para su seguridad. Tu perro debe llevar correa en todo momento. Si tu galgo no viene con arnés, traelo contigo, ponselo y haz los ajustes necesarios. Deja que tu perro haga sus necesidades después de un viaje largo. Pon a tu perro en una jaula de viaje o abróchale el cinturón. Cuando llegueis a casa, primero agarra la correa y luego desabróchale el cinturón.

Si ya tienes perro, pídele a alguien que te ayude a que ambos se encuentren en un terreno neutral (si es posible). Quizás dando un paseo corto juntos o reuniendolos fuera. 

Si ya tienes un perro muy pequeño o un gato, ve sobre seguro y mantén al nuevo miembro de la familia atado con una correa, tal vez incluso con un cómodo bozal durante los primeros minutos. 

El lema de los dos primeros días tras la llegada de tu nuevo perro debe ser »dormir, relajarse y aclimatarse«. Deja que se retiren a su lugar seguro y no le molestes más de lo necesario.  

¡No dejes a tu galgo solo durante demasiado tiempo! Estos perros crecieron en compañía de otros galgos, haciendo sus necesidades cada vez que era necesario. No están acostumbrados a estar solos. Aumenta gradualmente el tiempo que los dejas solos, y no empieces inmediatamente después de la adopción. Los dos primeros días deben reservarse para que os conozcais. A lo largo del día, dale con frecuencia la oportunidad de salir a hacer sus necesidades.

Los galgos no suelen estar domesticados cuando llegan, así que piensa en el »adiestramiento de cachorros« (aunque los perros adultos suelen dominar esta tarea más rápidamente). Llévalos fuera con frecuencia, después de cada comida o cuando empiecen a explorar. Cuando hagan sus necesidades, alaba, alaba y alaba. Con este método, sabrán rápidamente qué hacer y, sobre todo, dónde. Si se produce un accidente, límpialo y no le regañes.  

Pon la comida lejos de encimeras y zonas accesibles – dicho esto, muchas zonas son accesibles para estos atletas altos y acrobáticos. Los galgos son muy listos, y muchos de ellos han tenido que aprender a sobrevivir en la calle. Obsérvalos de cerca durante las dos primeras semanas. Seguro que te observan, y puede que algunos incluso aprendan a abrir las puertas de los armarios. 

Lo ideal es que los primeros paseos tengan lugar en una zona tranquila y alejada de demasiado ruido. Recorrer la misma ruta las dos primeras veces les proporciona cierta rutina y una sensación de estabilidad. Muchos de los sonidos que oyen ahora no les son familiares, no conocen la zona ni a las personas que les pasean. Como todo es nuevo, están en alerta máxima. Observa atentamente a tu perro para conocer su nivel de ansiedad. Algunos están completamente bien y disfrutan explorando cosas nuevas, otros no. Un camión ruidoso u otro objeto que asuste puede hacer que un galgo ya de por sí ansioso entre en modo pánico. La adrenalina, responsable de la respuesta de lucha o huida, entra en acción y el cerebro del perro deja de funcionar con normalidad. Si esto ocurre, TÚ tienes que mantener la calma y alejarte con seguridad con tu perro de lo que le asuste. 

Las escaleras serán nuevas y un obstáculo para la mayoría de los galgos porque lo más probable es que nunca hayan vivido en una casa. Necesitan tiempo para acostumbrarse a ellas y poder utilizarlas. Las chuches sobre cada escalón pueden ser muy convincentes. Durante las primeras noches (en caso de que tu dormitorio esté en el piso de arriba): si te sientes lo suficientemente seguro como para subir a tu perro con seguridad, ¡hazlo! Por supuesto, sólo si el perro lo permite. Probablemente, tu galgo se sentirá más a gusto en compañía de alguien (aunque todavía sea un extraño) que estando completamente solo. En general, bajar las escaleras por primera vez es mucho más fácil para ellos que subirlas.

Presenta poco a poco a tu perro a los extraños, sobre todo si tiene problemas de confianza. Ten en cuenta que, al principio, tú también eres un extraño. Con una o dos personas cada vez es suficiente. Si tu perro no quiere que le acaricien, explícale amablemente que el nuevo miembro de la familia aún se está adaptando y no está socializado. Lo más probable es que la gente lo entienda. Sé el defensor y el refugio de tu perro. 

Si observas que tu perro bosteza o se lame los labios con frecuencia, ambos pueden ser signos de estrés. Intenta encontrar la fuente y alejarla de tu perro – o a tu perro de la fuente. Este comportamiento de estrés es común en todos los perros, no sólo en los galgos. 

Cuando paseas con tu perro, deja que olisquee. Para tu peludo amigo es como leer el periódico local. Les tranquiliza saber lo que pasa en el vecindario. De nuevo, esto no es específico del galgo, pero es bueno saberlo, especialmente para los padres de un perro de rescate.

Utiliza únicamente refuerzo positivo y métodos de adiestramiento como golosinas de alta calidad, muchos elogios y mimos. No todo saldrá perfecto de inmediato, así que intenta mantener la calma, la alegría y la paciencia. No utilices nunca un collar de choque o de púas con tu galgo (ni con ningún otro perro). Estos perros ya han sufrido mucho y muchos de ellos han padecido mucho dolor. No necesitan más. 

A algunos galgos les encanta escarbar en tu jardín (que ahora es suyo). Si observas este comportamiento, ofréceles un arenero con juguetes escondidos para animarles a escarbar sólo en esa zona. 

No caigas en la tentación de alimentar a tu galgo más de lo que necesita una vez que tenga un peso adecuado y saludable. A los galgos les encanta la comida. Muchos de ellos llegan hambrientos y demacrados a los refugios, por lo que no es de extrañar que engullan todo lo que puedan. No dejes que te convenzan de que hay que seguir alimentándolos con más cantidad de la recomendada. Un galgo con sobrepeso, como cualquier otro perro, probablemente empezará a tener problemas de salud.

Muchos perros se asustan durante los fuegos artificiales, así que quédate con ellos dentro. Si es posible, cierra las persianas, pon música tranquilizadora o alegre y haz que se sientan seguros. Mantén la calma. Si tú estás nervioso, tu perro se dará cuenta.

No esperes que tu galgo te proteja a tí o a tu propiedad. No son perros guardianes y lo más probable es que reciban a cualquier ladrón moviendo la cola, huyan o duerman durante todo el proceso.  

Los galgos duermen mucho y ladran poco, por lo que son adecuados para vivir en un apartamento. Sin embargo, necesitan hacer ejercicio con regularidad. Unos cuantos paseos enérgicos al día son absolutamente necesarios. Entre medias, se pasan el día durmiendo. Sin embargo, si quieres que tu galgo sea realmente feliz, busca un lugar vallado donde puedas dejarlo correr libremente. Estar sin correa en una zona segura acelera enormemente el proceso de rehabilitación y estimula todo su sistema.

Salud

Todos los galgos procedentes de una asociación de adopción acreditada en España habrán sido sometidos a pruebas de leishmaniosis (una enfermedad mediterránea), y también de ehrlichiosis, babesiosis y filariasis. Si adoptas un galgo que ha padecido alguna de estas enfermedades en el pasado, el perro habrá recibido tratamiento in situ en España hasta que las pruebas hayan sido negativas. En esos casos, deberás recibir instrucciones detalladas sobre las visitas de seguimiento al veterinario o los signos de una posible recaída. Si tu galgo nunca ha dado positivo en ninguna de estas enfermedades, debes familiarizarte con los síntomas. Tu asociación de adopción debería poder proporcionarte información detallada y los signos a los que debes prestar atención.

Con el amable permiso de Gugu Sauter (Tierschutz Spanien e.V., Alemania), compartimos dos de sus páginas con información detallada sobre las enfermedades mediterráneas, especialmente la leishmaniosis:
https://tierschutz-spanien.de/es/enfermedades-mediterraneas//
https://tierschutz-spanien.de/es/las-preguntas-y-respuestas-mas-importantes-sobre-la-leishmaniasis/

Esta información se facilita con fines generales. Toda la información de los enlaces se basa en consultas entre la organización de rescate Tierschutz Spanien e.V. y sus veterinarios. Si tienes dudas sobre algún síntoma, debes consultar con tu propio profesional veterinario sobre el tratamiento a seguir en caso de que esté indicado. Puede haber diferentes enfoques según las respectivas zonas geográficas. Esta enfermedad controlable no debería afectar a la longevidad de tu perro.

Seguridad del Galgo

Nunca subestimes a un galgo o a cualquier lebrel que vea una ardilla, un conejo u otro animal pequeño que considere una presa.

No utilices correas retráctiles (en ningún perro). Si, por cualquier motivo, se te cae el asa, es probable que el sonido sobresalte a tu perro. Si eso ocurre y el perro empieza a correr con la correa retráctil a cuestas, podría asustarse mucho y correr aún más rápido, alejándose de tí y, posiblemente, adentrándose en la calle. Imagínate que algo muy ruidoso y aterrador te persigue. Así es como se sienten.

Los localizadores GPS son muy recomendables. En caso de que tu perro se escape, podrá ser localizado rápidamente. 

Los galgos son artistas de la fuga, y algunos de ellos pueden incluso trepar vallas de hasta 1,8 metros de altura. No lo hacen simplemente por el placer de ser un perro fugitivo. O bien han visto una ardilla al otro lado de la valla, se han asustado o recuerdan algo malo que les ocurrió en el pasado. Asegúrate de no dejar a tu perro sin supervisión en el jardín hasta que sepas realmente cómo es. 

Lleva siempre una chapa identificativa con tu número de teléfono, por si acaso. Hay bolsas para chapas de identificación disponibles en internet que silencian el cascabel. 

El número de microchip de tu galgo, si lo tiene, está en su pasaporte. Si, por cualquier motivo, tu galgo no tiene microchip, puedes hacer el trámite rápido y registrar el microchip como medida de seguridad adicional a las placas de identificación. Asegúrate de que sea un chip compatible con la ISO (International Organization for Standardization). Este tipo de chip puede ser escaneado por muchos escáneres internacionales diferentes. 

Los parques para perros son complicados. Los perros grandes no están separados de los pequeños, y algunos galgos no son aptos para perros pequeños. No quieres ser responsable de ninguna tragedia en un parque para perros (piensa en una presa pequeña corriendo).  

Revisa la valla después de una tormenta y repara cualquier desperfecto antes de volver a dejar salir a tu perro. 

Explica a fondo a todas las personas que tengan acceso a tu casa y a tu jardín lo importante que es obedecer las normas de seguridad para el lebrel dentro y alrededor de la casa. 

¡NUNCA dejes que tu lebrel ande suelto por una zona no vallada! Si detecta una presa potencial, no funcionará ninguna retirada bien practicada.

Ponle la correa ANTES de abrir la puerta para salir a pasear y practica la seguridad en las puertas en todo momento. 

Las ventanas abiertas son una invitación para que tu galgo explore el exterior. Manténlas cerradas o aseguradas en todo momento. Ten en cuenta que las mosquiteras no son un obstáculo para un galgo que ha visto una ardilla fuera. 

Asegúrate de que todas las puertas están cerradas antes de dejar salir a tu(s) perro(s) al jardín.  

Muy importante: si has adoptado o estás en proceso de adoptar un galgo muy miedoso y traumatizado, tu asociación de adopción debería haberte proporcionado todas las instrucciones de seguridad adicionales necesarias. Si no es así, ¡pídelas! 

Si algo te da mala espina, confía en tus instintos.

Aunque todo esto pueda parecer mucho, ten por seguro que te acostumbrarás a todo. El esfuerzo merecerá la pena y enseguida descubrirás por qué rara vez hay un solo galgo en una casa. Prepárate para una de las experiencias más gratificantes de tu vida.

Estamos deseando compartir este emocionante viaje contigo y te animamos a que te pongas en contacto con tu organización de adopción para cualquier pregunta que pueda surgir.

La Ley de Gepetto

Con el permiso de Extraordinary Galgos and Podencos y mucha gratitud por su trabajo e implementación de nuevas medidas de seguridad, compartimos su historia (y moraleja) del galgo Gepetto. Por favor, lee y mira para entender la responsabilidad que conlleva la adopción de un galgo.

Fuente: Utilización con el amable permiso de https://extraordinarygalgosandpodencos.org/gepettos-law